La mayoría de las personas piensan que el hecho de ser
ingenuo o inocente implica ser tonto. En efecto, el mismo D.R.A E. en una de
sus acepciones de “ingenuo” o “inocente” dice textualmente “tonto, fácil de engañar”.
El ingenuo es una persona que no tiene malas intenciones con
ninguna persona y por lo general es incapaz de “ver la maldad” en los demás.
Este rasgo es característico en personas
con el síndrome de Asperger.
El estúpido, en cambio, sí es el verdadero tonto porque
cuando habla sólo dice disparates que no tienen ninguna coherencia, no sabe
ni siquiera lo más elemental,
desaprovecha las oportunidades, siempre busca que todo se lo resuelvan en vez
de buscar ellos mismos las soluciones a los problemas, pretenden vivir de los
demás en vez de tener autonomía, etc.
Es por tal motivo que
es un error garrafal pensar que ser ingenuo es ser tonto, porque un ingenuo
puede ser muy inteligente, en tanto que el tonto obviamente carece de
inteligencia.
Yo me ubicaria entre los ingenuos, pues me he dejado engañar mas de una vez por carecer del debido conocimiento o malicia de la calle. Pero cuando veo que aprendi a escribir mas o menos correctamente, sin haber siquiera hecho la escuela secundaria, me doy cuenta de que mi coeficiente de inteligencia esta en un promedio bastante aceptable, modestia aparte.
ResponderEliminarDesde el momento en que reconocemos que nos han engañado por ser ingenuos, (por creer en la bondad de las personas) se demuestra que tenemos inteligencia. LO felicito.
EliminarPara muchos tonto es un bajo coefieincte intelectual, lo cierto es que mientras las circustancias no te abrumen o no le des logica, sino sean tonterias. El sujeto, sera el mejor de los tontos.
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