Hay dos formas de vida de las personas cuyos recursos son
limitados: la pobreza y la marginalidad.
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El pobre
es una persona que simplemente no posee los recursos necesarios para poder
vivir como lo desea. Este estado puede superarse por medio del trabajo y el
ahorro que pueden ayudar a salir de la misma. Incluso, hay casos de personas
que han pasado de pobres a ricas (obviamente nunca de la noche a la mañana, eso
tras mucho tiempo y trabajo y haber sabido poner a valer sus recursos).
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El marginal,
arrabalero o chusma (en Venezuela “tierrúo”)
es una persona cuyo nivel socio-económico es ínfimo, mas a diferencia del pobre
no se preocupa por trabajar y superarse para salir de abajo. Estas personas:
- Muchas veces son unos vagos que aborrecen trabajar y casi siempre pretenden vivir de dádivas.
- Viven siempre de la vagabundería y el chisme (especialmente las mujeres de este estrato).
- El dinero que perciben se lo gastan en consumo de bebidas alcohólicas (“lavagallos”), cigarrillos y aun drogas.
- En las cuadras donde viven les encanta poner música a todo volumen los fines de semana cada vez que consumen alcohol. La música casi siempre es del tipo reggaetón, vallenato o música de bares.
- Su dicción es paupérrima, emplean lenguaje soez y jergas arrabaleras (en Venezuela se le llama “de malandreo”).
- No pagan servicios porque se conectan ilegalmente.
Generalmente, de la gente marginal es donde surgen los delincuentes, narcotraficantes y prostitutas callejeras.